04/11/13. Entrevistamos a Carmen Muñoz, una de las socias de Recikla’t, cooperativa que crea productos a través del reciclaje de banderolas.
¿Cómo nace Recikla’t?
La historia viene de largo. Hace años se hizo un curso de reciclaje de banderolas, tuvo mucho seguimiento y algunas de las participantes montaron un negocio, pero no fructificó. Una de ellas, que no quiso tirar la toalla, siguió apostando por la idea y al poco nos unimos las otras dos. El próximo 1 de diciembre hará un año que pusimos en marcha la cooperativa.
Demuestran que las banderolas también pueden tener otro final…
Sí, se trata de reciclarlas para que tengan una segunda vida. De otra forma, la mayoría acabarían en el cubo de la basura.
¿Cómo les llega la materia prima?
La mayoría de veces compramos las banderolas, aunque también hay ayuntamientos que nos las ceden porque quieren aprovecharlas para hacer otros productos con ellas.
Supongo que irán por la calle fijándose en las farolas.
Sí, estamos muy atentas a las que más nos gustan. Nos solemos poner en contacto con sus dueños. A veces, las conseguimos.
¿Es un material versátil?
Se pueden hacer muchas cosas. Nosotras empezamos haciendo bandoleras. Es nuestro producto estrella. Hoy tenemos hasta cinco modelos diferentes. También hacemos todo tipo de accesorios: fundas de agendas, para las flautas, de Tablet, de ibook, bolsas de playa, monederos…
Y manipularlas, es difícil?
El primer problema que tenemos es transportarlas hasta el local y ordenarlas, porqué por colores, por letras, por dibujos, si tienen estampados infantiles o de adultos… Luego las tenemos que lavar, porqué al estar en la calle, vienen sucias. Las lavamos con agua y vinagre. Les da brillo y las limpia. Y si están muy arrugadas se planchan. El proceso es laborioso.
¿Económicamente, les ha costado emprender la cooperativa?
En total, hemos invertido unos 20.000 euros. El local es cedido por el Ayuntamiento y una parte de la maquinaria también. El resto, lo hemos asumido nosotras.
¿Qué canales de distribución tienen?
Tenemos cuatro: tiendas, grandes clientes (mayoristas), y clientes que vienen directamente al taller y la página web (www.recikat.com). Los mayoristas distribuyen nuestros productos a clientes de Lleida, Girona o Francia.
¿El reciclaje tiene cada vez más aceptación o aún se resiste?
En Catalunya, se conoce y tiene mucha aceptación, también hay mucha competencia. Pero fuera de aquí todavía está por llegar. No tienen tan asumido la importancia de crear productos a través del reciclaje.
¿No es arriesgado emprender en tiempo de crisis?
Lo es si no tienes ilusión, pero si tienes una idea y muchas ganas, no. Montar un negocio es difícil siempre, haya o no haya crisis, con crisis puede ser más dificil porqué tienes que picar a más puertas. Pero nosotras tenemos ilusión y confianza.