25/02/2016 – El desacuerdo entre Ayuntamiento y la empresa gestora del polideportivo salpica a los clubs y los coloca en una situación de incertidumbre.
Se formó el lío en el polideportivo Marina Besòs. La relación entre la gerencia de las instalaciones municipales, gestionadas por Gimesport, y el Ayuntamiento de Sant Adrià parecen dejar mucho que desear desde hace tiempo. El globo de la falta de acuerdo se ha ido haciendo más voluminoso hasta que ha reventado este mes de febrero y ha salpicado a las entidades deportivas de la ciudad que allí practican su actividad cotidiana: Club de Natació, Club de Waterpolo, la Unió Korbalera, el Club Bàsquet Femení Sant Adrià, el Club de Voleibol y el CEBN.
Todos ellos se han encontrado estos últimos días con grandes carteles colgados en la entrada del complejo municipal que les avisaba de que se suspende “el acceso libre a la instalación” para los usuarios de dichos clubs. ¿Por qué? La dirección explica que, des de abril de 2015, ha mantenido una negociación con el gobierno local para “hallar una solución y acuerdo sostenible que permitiera el uso del polideportivo a todas las entidades de Sant Adrià”. La reclamación de la gerencia responde al hecho de que Gimesport, aseguran, ha asumido hasta la fecha “todos los costes” derivados de “los gastos corrientes y de mantenimiento que genera la actividad de los clubs”.
Si bien es cierto que el pliego de condiciones de la concesión del polideportivo incluye una cláusula de gratuidad para equipos de la localidad, la gerencia afirma que las entidades absorben alrededor del 80% total del servicio, sin un euro de compensación por parte del Ayuntamiento. En este sentido, reclaman percibir de las arcas municipales, al menos, el coste del mantenimiento del servicio que prestan a los clubs, que ascendería a unos 380.000 euros anuales. “No tenemos ningún problema con las entidades y estamos encantados de prestarles servicio, pero eso es económicamente insostenible si seguimos así. Solo queremos que el Consistorio costee el uso de los equipos, sin beneficio alguno”, reivindican.
Acuerdo por el Club Waterpolo
De momento, y por contrato, los clubes tienen una hora diaria gratuita, una franja inferior a la que disponían hasta ahora. Con la única excepción del Club Waterpolo, a quien se le pagarán horas extra para poder dar cabida a todo el deporte base. El Ayuntamiento considera que la entrada del equipo sí que hizo exceder el tiempo de gratuidad que corresponde por contrato y, en consecuencia, está predispuesto a negociar y sufragar ese sobrecoste. De momento, hasta que se materialice, el primer equipo, eso sí, se encuentra en el Besòs.
Por lo que al resto de clubes se refiere, el regidor de Deportes, Juan Carlos Ramos, explica que intentarán buscar soluciones con cada uno para poder reubicarlos y que la actividad ordinaria de cada cual prosiga. Respecto al desencuentro con el administrador, han instado a las entidades a llamar a la Policía Local para levantar acta si no les dejan acceder a las instalaciones. Actas en mano, la intención es enviar un escrito desde los servicios jurídicos e Intervención del Consistorio avisando al concesionario del “incumplimiento de condiciones”, además de una orden para subsanar una serie de “deficiencias en las instalaciones”, dice Ramos.
En cualquier caso, matiza el concejal, el asunto ha entrado en un terreno legal en el que el peso de la gestión está en los servicios jurídicos, y espera que la situación se resuelva pronto, ya sea aceptando la reclamación del concesionario de la parte del coste que pide, si pueden demostrar que la gratuidad de las entidades produce un agravio en su estabilidad económica, o bien interviniendo las instalaciones o modificando las cláusulas del pliego.
El Club Natació, indignado a las puertas del Marina Besòs
Además del Waterpolo, la otra entidad que ya se ha visto afectada por esta nueva situación es el Club de Natació, que el lunes se acercaba a las puertas del polideportivo sin saber si podría entrenar o no. Finalmente, y tras dialogar con la dirección, pudieron acotar una hora de entrenamiento en una determinada franja de la tarde.
No obstante, la entidad, molesta con el Ayuntamiento desde el cierre de Ricart, pedirá que, como al Waterpolo, se le abonen horas extra en Marina Besòs para poder desarrollar con normalidad todos los entrenamientos. A día de hoy, se les ha ofrecido desviar parte de su actividad al CEM Besòs, pero en unos horarios que consideran inasumibles, que tendrían que restar del tiempo de otras entidades y que, de momento, no piensan aceptar.