21/07/2016 – Con el contrato de adjudicación en mano, cualquier modificación del proyecto sería ilegal, a día de hoy; el gobierno explora vías alternativas pero se muestra prudente.
Hace algunos meses que en Sant Adrià cogió fuerza un movimiento contrario al tanatorio-crematorio proyectado en el margen barcelonés del río Besòs que ha convertido la cuestión en uno de los debates más controvertidos de la agenda política local y entre la ciudadanía. A finales de mayo, el pleno municipal aprobó una moción que instaba a desestimar la inclusión del crematorio a través de la negociación con la empresa adjudicataria, Tanatori del Litoral, además de formar comisiones de seguimiento integradas por todos los partidos de la ciudad y la plataforma Stop Crematori. Los primeros encuentros ya han tenido lugar, y ninguna postura parece dar la espalda al diálogo, pero el contexto no facilitará los objetivos que buscaba la moción.
Los primeros contactos entre los responsables del Ayuntamiento, del Consell Comarcal -principal propietario de los terrenos e impulsor de la iniciativa- y la empresa ya han tenido lugar, aunque sin ninguna novedad, de momento. El cambio de postura del gobierno local, que accedió a la negociación, fue un primer paso que la compañía responsable del proyecto no rechaza, si bien se muestra realista. Tanatori del Litoral niega que se hayan iniciado “negociaciones” como tal, ya que, apunta, eso incurriría en diversas ilegalidades.
“La empresa ha presentado una valoración jurídica al respecto, que indica que la moción para iniciar un proceso de negociación para dejar sin efecto la construcción de un horno crematorio vulnera gravemente el ordenamiento jurídico”, explican fuentes de la compañía. Eso no significa que Tanatori dé la espalda a un hipotético acuerdo, pero recuerdan que existe un pliego de condiciones al que se presentaron distintas ofertas y que estipulaba la incorporación de horno crematorio. Admiten que es “complicado”, pero que si los servicios jurídicos del Ayuntamiento y el Consell encuentran la forma para “proponer una alternativa que se ajuste al marco legal”, están dispuestos a iniciar una negociación.
Por el momento, la concesión de licencias de obras y actividad sigue retardándose, aunque los informes y trámites necesarios ya estarían listos. El alcalde Joan Callau, en la línea de la compañía, explica que con el contrato de adjudicación actual, es inviable realizar una modificación para hacer saltar los hornos crematorios. En este sentido, explica que servicios jurídicos, tanto municipales como externos, están analizando la situación legal para explorar las vías existentes. Callau, no obstante, se muestra muy prudente y prefiere no avanzar si se podrá alcanzar una solución. De momento no hay nueva reunión prevista.