04/05/2016 – El gobierno catalán afirma que buscarán los recursos y agotarán todas las fórmulas posibles para llevar a cabo el derribo.
Venus podría ir finalmente a tierra. Por primera vez desde que se negó tajantemente su derribo por falta de recursos, hace casi dos años, cuando la Generalitat planteó una rehabilitación integral como medida alternativa, la administración pública muestra un cambio de postura en lo que al destino del polémico y problemático edificio se refiere.
“Hay compromiso de buscar los recursos y estudiar todas las fórmulas posibles para llevar a cabo el plan inicial”, declaró ayer en el barrio de la Mina el representante de Afers Socials i Famílies, Francesc Iglesias. Como presidente ejecutivo del Consorcio, asegura que hay compromiso de todas las administraciones implicadas de intentar ir hasta el final.
De hecho, una veintena de pisos vacíos de Venus debían ser entregados a familias en riesgo de exclusión social del barrio a las que le había tocado por sorteo, pero desde el Consorcio prefieren realojarlos en algún enclave alternativo para dejar esos inmuebles vacíos. “No tiene sentido hacer entrar a vivir a esos pisos a las familias, cuando tarde o temprano tendrá que ser derribado”, admitió Iglesias.
No será fácil y seguro que no será rápido, pero el cambio de idea es un rayo de esperanza para las docenas de familias que desde hace más de una década esperan en el decadente bloque a ser realojadas, tal y como estaba estipulado en el plan de transformación de La Mina.
